LSVCO

Este es un blog 100% hecho a mano con desechos reciclabes encontrados en Internet. Come frutas y verduras, usa condón con extraños y con los de siempre (más si sospechas de su promiscuidad), escucha buena música y nunca nunca subestimes o sobreestimes tus ideales, son solo eso, ideales. Agítese al leer. kdsjfghd, jkhbvsdfh sdf, hjghbbckckcffjjV

planetavico... mejora su órbita

abril 10, 2008
ok, pues he dejado de postear, por varias razones, socializar, alguna fiesta, semana santa y toneladas de magnífica tarea y trabajos pendientes, además de investigación para proyectos futuros, etc. Entonces me snetí mal por abandonar mi hermoso blog y decidí hacer algo al respecto. Seguiré tratando mantenerlos al tanto de todo concierto, rola, remix o disco nuevo, sin embargo a mis posteos les voy a agregar la parte de "portafolio" ja, si, así con las comillas. donde los textos, imágenes, fotos, cortos y demás proyectos que he desarrollado por el último año serán posteados de cuando en cuando para su apreciación y discusión en los comments ( a ver si así ya comentan... jaja hostilidad! ). Así que lo que sigue es mi primer "portafolio" post. Es un ensayo acerca de la intertextualidad y la llamada "muerte del autor" en el que hablo de las imágenes de Audrey Kawasaki y Alphonse Mucha. Comenten bitches.


Audrey Kawasaki · Alphonse Mucha

Parte 1 · Mucha Lucha.

Situémonos en lugares y tiempos para crear un paralelismo que podamos destruir más tarde.
1982. Nace Audrey Kawasaki, años más tarde decide irse al Pratt Institute de Nueva York, pero no acaba el degree.
1860. Nace Alphonse Mucha, en una nación bohemia punta de lanza del Art Nouveau, dice que el arte nunca es ‘nouveau’ que es eterno. Veamos.

Audrey Kawasaki tiene un estilo muy particular en su estilo gráfico. Influencias de su apellido japonés la llevan al manga hentai; siempre viéndolo desde afuera por vivir en Estados Unidos, ella hace contacto con el extraño apreciar que en Japón se le tiene al erotismo. El atípico acercamiento que los japoneses tienen a este tipo de literatura gráfica y lo que significa para ellos culturalmente debe ser difícil de digerir después de crecer en un país hipócritamente conservador en ese sentido.

En Estados Unidos, mientras más poder tenga una minoría, más deja de ser minoría. El arquetipo de ‘estadounidense’ es todo menos físico, borra raíces para echarlas en el nuevo país. Así, Audrey, crece en una generación donde tal vez una de las más grandes características es la falta de ellas. Pero hablemos de Mucha por un segundo.

Mucha vive en un tiempo difícil para su país Chequia. Dominados por los alemanes, los checos nunca dejan de ser checos, y dentro de sus casas hablan su idioma pero fuera de ellas brillan por su apreciación a la vida, en alemán. El culto a la mujer es uno muy importante. El culto a la mujer joven, corrijo. Así lo ha sido y así es hoy en la nación de Bohemia, de donde obviamente viene todo este concepto de vida ligera y fácil, siempre tan jóven como se pueda mantener.

Deleuze dice que el simulacro es una repetición que implica diferencia, sin embargo es una repetición. ¿Qué se repite en tiempos de Kawasaki que haya visto, vivido Mucha para que su trabajo sea tan marcadamente influenciado por él, y al mismo tiempo no?

Desde que se lanzó la Internet al público tuvimos que atraparlo como pudimos y se provocó un cambio de pensamiento generacional y de conducta en la que poco nos podemos comparar con gente de cualquier otra época. Imaginemos que Kawasaki tiene 15 o 16 años, en la preparatoria cuando empieza a notar esto, chicos y chicas de su edad con pornografía, interacción ‘verbal’ y una extraña libertad sexual a través de su computadora. Imaginemos que se pregunta cómo alguien puede extasiarse con la caricatura del sexo.

Ahora imaginemos a Mucha llegando a la Paris de sus tiempos (finales del sigloXIX), epicentro cultural de Europa, donde prostitutas, opio y absinthe dirigen todo lo que puedan dirigir, un mundo que se rige en el caos. Parecido tal vez a esta sorprendente exposición, salto y destrucción de la moral de hace apenas 15 años. Tal vez Kawasaki está intrigada por esto, tal vez un día entra a la librería pública de su condado o tal vez por la misma Internet encuentra a Alphonse Mucha y nota algo en sus dibujos. Una sofisticada y hermosísima sexualidad se suda al ver los dibujos de Mucha. Aún hoy, nadie puede negar que alguna de esas mujeres es hermosa, aún quizás belludas o gordas, Mucha tenía la influencia de haber crecido en un lugar como Morovia, donde pudo haber nacido (o tal vez es que siempre están al frente de una) la noción actual de cómo es una mujer bella físicamente.



Y luego el Hentai, estilo gráfico característico especialmente de Japón que ha invadido al mundo gracias a Internet, que nos hace preguntarnos sobre qué debería ser nuestra sexualidad, o tal vez, qué no debería ser. Para más, googlear “Hentai”.

Así el arte de Kawasaki, empalma el Art Nouveau y la gráfica Hentai, hablándonos del hoy, de una forma que pocos han descrito y tal vez siguen negando en sus cuartos solitarios frente a una computadora, o con suerte junto con alguien más por mensajería instantenea. Me refiero a ese nuevo género sexual que se caracteriza por ser remoto más que hetero, homo, trans, bi, etc. La asexualidad del sexo en todas partes.

Parte 2 · I shot Audrey Kawasaki

Es fácil reconstruir el pensar de alguien como Mucha. Contamos con todos los datos necesarios, es evidente que 100 años después, con todas las referencias históricas, sus características étnicas, así como las tradiciones con las que creció, los concursos que ganó y cómo es que hoy en día nos influencia su sentido de belleza femenina, podamos saber quién es Alphonse Mucha. O Alfons Mucha. O Alfred Mucha. Se pronuncia Alfons Mujja. Eso si se pueden pronunciar dos jotas juntas.

De acuerdo, Mucha es un autor, a pesar de que poco sepamos de él, gracias a Dios no fue descubierto después de morir –como nosotros hoy lo encontramos, y creemos en lo que nos dicen de él- y así no tenemos duda de que él es un autor que decía que el arte es algo eterno, nunca algo nuevo. Interesante, ¿verdad? Si.



Bien pensemos en si Audrey es una autora. No, no lo es, toma elementos del hentai y del art nouveau para decirnos algo nuevo, eso es obvio. ¿Y si pensamos en lo que decía Mucha unos 100 años antes?

“El arte es algo eterno, nunca algo nuevo”

Y nos queda más que claro que Audrey no es una autora ni hoy, ni lo hubiera sido hace 100 años, por que su apropiación del estilo de alguien es más que evidente.

¿Qué habría pasado si el concepto de Autoría hubiera sido influenciado por lo que Mucha decía? Audrey sería una autora, si. No tendríamos que matarla, verla desvanecerse. No tendríamos que pensar en su apellido al ver sus pinturas, ni en su primer nombre, ni el año en el que nació. ¿Para qué? Para qué pensar que no terminó la escuela de artes donde probablemente le dijeron una y otra vez que nunca podría ser una autora, que su nombre iba a estar siempre debajo de Mucha, contemporáneos, y en general los modernitos. No tendríamos que leerla.

Lo importante aquí ya no es tal vez si Audrey está viva o muerta, si la hemos descubierto después de su muerte y lo único que nos queda es su apellido, su primer nombre, su fecha de nacimiento y los potenciales millones de supuestos en los que su obra nos puede dejar caer sin rescate alguno. Debemos limitar nuestro entender de su obra. Debemos tomar lo que podamos tomar y hacer un personal significado de cada una de sus obras o de su trabajo en general, curiosamente tan constantemente y congruentemente seguido, al mostrarse similar, tal como lo más apreciado de Mucha. Tal como repetitivo es el Hentai. Habrá alguien que podrá hasta hablar de su identidad sexual pero no es importante, es más importante si ha tenido sexo por Internet en mi opinión, lo cuál habría que preguntarle. Así nosotros al decirle a Audrey qué es lo que ella estaba pensando al escribir estas imágenes-textos (cosa que no nos importa si sabe o no), ella puede darse cuenta que tal como le decían en Pratt, no es una autora, no si nosotros no lo decimos antes.

Parte 3 · Mucha-ante + Hentai-ante = Kawasaki-ado

Esto de la intertextualidad es tan simple como el título. Hagamos una ecuación (X)+(O)+(-) = limón. Es entonces fácil decir por qué la obra, perdón el texto… no, mejor trabajo (suena más profesional ser neutral de una manera desapegada) de Kawasaki es sintagmatico.





Su aparente (por que a fin de cuentas sigue siendo americana y creció con Disney) natural acercamiento a la cultura japonesa parece darle al erotismo gráfico un poder mayor que el que tal vez los japoneses le dan al diseñarlo para su mercadotecnia en Japón (hagamos por hoy a un lado al ‘Hentai’ producido para el resto del mundoy enfoquémonos en el local), me atrevo a decir que para que ella pudiera acercarse a este estilo de historia gráfica lo tuvo que mezclar con algo más occidental. Algo parecido al concepto del sushi con aguacate para los mexicanos.

Sin embargo, la posición de Kawasaki es privilegiada, por el momento en el que nació, el turno que le tocó para que naciera su sexualidad, para encontrar su identidad y el contexto en el que todo esto sucedía, (podríamos imaginar un viaje a la nueva Praga, capital de Bohemia, muy popular entre norte-americanos) le dan un acercamiento ‘único’, como el que todos tenemos de la cultura popular hoy, la diferencia es que ella hace algo con esa posición. Dibuja.

Así, la serie de trabajos de Audrey se acopla entre si, repitiendo un pequeño concepto muy grande en su popularidad, la aparente sofisticación del Hentai, al conocer a Mucha se convierte en una sofisticación del Art Nouveau, una actualización de simpleza y sutileza de nuestra sexualidad, en un presente donde muy probablemente se tiene menos sexo que en épocas de Mucha, sin embargo se habla más de él, se ve más, se expone y está en todas partes. Como si eso fuera lo importante.

En los trabajos de Kawasaki se puede leer acerca de cómo la falta de sexualidad es ‘lo de hoy’, no la bisexualidad, o la transexualidad. Kawasaki nos dice a través de sus adolescentes desnudas que podemos ser quien sea, cuantas veces queramos cambiar lo podemos hacer, Internet ha venido ha frenar nuestro crecimiento como población, sirviéndonos como placebo y haciéndonos adictos a él. Kawasaki ve esto, y no lo critica, no lo apoya. Nos lo dice, en un texto tan profundo como pop. Tan cierto como irrelevante. Tan importante como lo digamos nosotros.

(.V)PlanetaVico, por fin, un libro que todos van a leer.

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